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15/07/2024

La historia de Marito Di Stéfano, el entrañable utilero al que los futbolistas de la selección argentina alzaron para festejar la Copa América

Fuente: telam

Los bicampeones continentales celebraron la consagración alrededor de un empleado que lleva más de 25 años trabajando en los equipos nacionales. Las enseñanzas y las intimidades de Marito, quien se hizo viral luego de estamparle un beso en la boca a Lionel Scaloni luego de ganarle por penales a Ecuador en los cuartos de final

>Lionel Messi había invitado a que levantaran la copa a Ángel Di María y Nicolás Otamendi, los otros dos capitanes que habían usado la cinta en la final contra Colombia. Se acercaron a sus compañeros como había patentado el diez rosarino: con pasos cortos, definidos y rítmicos. Cuando alzaron la copa entre los tres, los otros futbolistas se subieron al festejo, llovieron papelitos y los argentinos que invadieron el Hard Rock Stadium estallaron. La foto que quedará para la posteridad fue la antesala a una celebración especial. Después de ese primer festejo con el trofeo, los jugadores decidieron rendirle homenaje a un entrañable miembro de la delegación. Marcos Acuña lo subió a sus hombros. Alguien le dio la copa y todos los rodearon para celebrar la obtención del cuarto título consecutiva, la segunda Copa América al hilo. El hombre al que todos estaban alabando es un utilero.

Marito había sido uno de los protagonistas de la noche en el estadio NRG de Houston, Texas, donde el equipo comandado por Lionel Scaloni venció a Ecuador para clasificar a las semifinales de la Copa América. Luego de 97 minutos muy disputados, la Scaloneta se impuso desde los doce pasos. La serie de penales había arrancado con un lanzamiento fallido de Lionel Messi y recién se definió con la quinta ejecución a cargo de Nicolás Otamendi. Apenas convirtió el defensor, los argentinos se desahogaron y en medio de la euforia, sucedió una inesperada reacción que revolucionó las redes sociales: El momento fue registrados por las cámaras de televisión y el La de anoche es una de las tantas historias que quedarán en la memoria para Mario Di Stéfano, que entre otras cosas, por ejemplo, recuerda como si fuera ayer el día que conoció a Messi: “Fue el 16 de junio de 2004. Cuando llegó era un pibe re introvertido. No hablaba, se tocaba la nariz. Le decía que viniera a tomar mate. Cuando al jugador le pasa algo, al primer lugar al que va es a la utilería”.

Siempre lleva tres juegos de camiseta para cada jugador. Eso lo aprendió luego de una mala experiencia en el Mundial Sub-20 de Nigeria en 1999 en el que se le “quemaron sesenta camisetas en el secarropas”. Conoce todos los detalles de los futbolistas, como cuánto calza cada uno y en el banco siempre tiene una prenda disponible ante alguna eventualidad, algo clave para que el jugador no pierda tiempo afuera de la cancha. “Tuve problemas con Pablo Zabaleta en el Mundial 2014, le di el tercer juego porque estaba sangrando y tuve que ir a buscar una al vestuario, a lavar la camiseta del primer juego. Eso es algo que no se hace y me lo enseñó Bilardo, que me dijo ‘en el banco tiene que estar siempre el utilero porque si el jugador necesita cambiar los tapones, botines o lo que sea, al primero que busca es el utilero’. Vos no te podés ir’”, recordó.

La labor del utilero es sacrificada y reveló que “en el momento que trabajamos con Marcelo Bielsa, era terrible. En la hernia de disco tengo un pellizco. No me quiero operar y si explota que explote, me quiero morir en mi ley. Voy a cumplir 63 años. Me desvivo por esto. El predio de AFA es mi segunda casa. Amo la Selección. Yo no me quiero jubilar. Hasta que me dé el cuerpo le voy a meter. Si llego al 2030 con 70, lo voy a hacer. Llevo el agua, que no me paguen, pero quiero estar”.

Si a Messi lo considera un hijo, al otro prócer del fútbol argentino lo considera “un hermano”. A Diego Maradona lo conoció en 1995 en Racing “porque mi tío, Juan Di Stéfano era el presidente de Racing y Diego era el DT. Después en 2001, cuando José Pekerman era el mánager de la Selección, me dijo que vaya Ad honorem para vestir a Diego en su despedida”.

Otra historia inolvidable fue con Juan Román Riquelme en los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008. Marito estuvo a punto de no viajar porque tuvo a su madre enferma, pero terminó yendo por pedido de los jugadores. “Iba a ir solo Patricio, pero me agarra el profe Salorio (Gerardo) y me dice que los pibes me querían llevar. Les dije que ‘no podía porque se me estaba muriendo mi vieja’. Hasta que me llamó Julio Grondona y me dijo que me sintiera orgulloso que estaban pidiendo por mí, que lo hiciera por los chicos pese a mi situación”, recordó.

El buen clima interno y la química en el plantel se potenció en la Copa América 2021, durante los 45 días que la delegación estuvo en la burbuja por las restricciones sanitarias a causa de la pandemia de COVID-19. En esa época fue el cumpleaños de Messi, que dejó una linda anécdota: “Vinieron todos los chicos a la utilería a buscar cosas para regalarle. Envolví una botella de vino, la llevé y me puse a bailar con la botella ‘Quién se ha tomado todo el vino’, arriba de la cama del Kun, que compartía la habitación con Leo”.

Aunque tiene sus favoritos, la relación es uniforme con todos los integrantes de cada convocatoria y no dudó al señalar a los más divertidos. “A Nico Otamendi le digo ‘ATR Perri’, lo vuelvo loco. Lo banco y voy atrás. Cuando lo veo dormido le pego una ‘cachetada’, sino no es Otamendi. Siempre llevo un parlante en los baúles o sino Rodri De Paul lo trae. Los parlantes no pueden faltar”, añadió sobre la intimidad.

Fuente: telam

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